Palabras.
La manera por excelencia de comunicarnos.
La forma de expresar lo que pensamos o sentimos.
La belleza de la poesía , la contundencia de un discurso o una canción que dice por nosotros . son palabras.
La dulzura de las palabras de amor.
El látigo cruel de los gritos , del insulto, de la subestimación , del maltrato o del odio, son palabras.
La suavidad de las palabras de quien amamos , en el momento del amor , que se quedan en nosotros como otras caricias , pero de palabras.
La mentira, el engaño, la necedad , el poder también tienen palabras.
Están esas palabras como justicia, libertad, igualdad , independencia , que te llenan de sensaciones al solo escucharlas
Están esas palabras que te movilizan como revolución, amor , iluminación, sabiduría o muerte.
Están las que humillan el ser, por su existencia en si , como injusticia, pobreza, desigualdad, miseria, dolor, enfermedad, explotación, egoísmo, o violencia.
Están las que para unos son unas cosas y para otros otra, como capitalismo, seguridad, dinero, éxito , sexo , dios o familia.
Ellas nos dominan y nos denominan , como una torre de babel , nos separan y dividen , nos unen y nos hermanan , nos facilitan la vida o nos meten en problemas.
Prologo y epitafio de nuestras vidas , palabras.
Nombre propio que nos determina , que nos estructura.
Y me gusta hablar con entusiasmo y me gusta callar con profundidad .
Depende la circunstancia , uno calla y otorga , o habla y la embarra.
Pero a que se debe estas absurdas reflexiones sobre las palabras, para no olvidarnos de tener palabra, para que no nos pierda la seducción de los nuevos métodos de comunicación , para valorar una charla cara a cara, revalorizar el dialogo, promover la charla amigable , para tener presente que lo que decimos o como decimos habla de nosotros, para recordar que la palabra sana y salva y que al principio fue el verbo.
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